domingo, 17 de julio de 2011

GORGIAS

Gorgias analiza fundamentalmente el problema del ser  en su obra Sobre el no ser o de la Naturaleza, donde plantea un escepticismo radical. Además, critica y ataca las ideas parmenídeas sobre la existencia de un Ser eterno, inmutable y único.
Esta postura de Gorgias se basa en tres tesis fundamentales:

1. Nada existe.

2. Si algo existiera sería incognoscible

3. Si algo existiera y fuese cognoscible, sería incomunicable.

Primera tesis: si algo existiera, debería ser eterno, o no serlo.
Algo eterno no tiene principio; sin principio no está en ningún lugar concreto, de lo que se deduce que no existe.
Así, algo eterno y existente es contradictorio.
Pero, por otro lado, si algo no es eterno, es finito, es decir que debe haber empezado a ser en algún momento; sin embargo, para hacerlo, antes no existía, lo que es imposible porque el no-ser no es. Según esto, no puede ser eterno ni tampoco es finito, con lo cual queda confirmado que  no es.
La conclusión es que el ser no existe.

Segunda tesis: Gorgias sostiene que la relación entre lo pensado y lo existente resulta inadecuada. Parménides decía que era imposible pensar el no-ser.
Si lo que no es no puede ser pensado, si sólo pensamos lo que es, entonces no hay error, porque siempre pensamos lo existente.
Como es obvio que el error existe, y que pensamos cosas inexistentes, como por ejemplo los gnomos, los unicornios …., entonces significa que podemos pensar el no-ser.  
Lo que Gorgias establece aquí es una separación radical entre la existencia y el pensamiento; el ser es distinto al pensar. Entonces, si el ser es diferente al pensar, también es incognoscible, de lo contrario implicaría que el pensar es un no-ser, resultando imposible descubrir el ser partiendo del no-ser.
La conclusión es, que si lo pensado es inexistente, lo existente no puede ser pensado.

Tercera tesis: El hombre posee el lenguaje con el que se comunica y expresa la realidad (en caso que ésta existiera),  pero lo que expresa no es la realidad en sí misma, sino una simbolización.
Nuestra comunicación comparte palabras, no la esencia misma de la realidad.
Esto causa que la relación palabra-cosa significada sea equívoca, y la comunicación humana no puede transmitir la realidad.
Por lo tanto, si el ser existiera, no podríamos conocerlo ni comunicarlo.

Lo que Gorgias intenta demostrar con el planteo de sus tesis, es el poder del lenguaje, más específicamente la retórica que enseñaban y que tal como lo hacía y lo enseñaba Protágoras, permite defender, con seguridad y coherencia, hasta las afirmaciones más absurdas.
Lo que Gorgias trataba de enseñar, como buen sofista que era, es el gran poder de persuasión de la palabra, la capacidad de transformación del conocimiento gracias al logos.
Con estos fundamentos,  la verdad pasa a ser solo un parecer, una opinión personal, una doxa, tal como enseñaban los sofistas.
Aquel que domine la retórica, el arte de persuadir mediante la palabra, logrará que su opinión triunfe sobre las de los demás, y así alcanzará el poder y la gloria.


"La palabra es una gran dominadora, que con un pequeñísimo y sumamente invisible cuerpo, cumple obras divinísimas, pues puede hacer cesar el temor y quitar los dolores, infundir la alegría e inspirar la piedad (...) La persuasión, unida a la palabra, impresiona al alma como ella quiere (...) Tal como los distintos remedios expelen del cuerpo de cada uno diferentes humores, y algunos hacen cesar el mal, otros la vida, así también, entre los discursos algunos afligen, y otros deleitan, otros espantan, otros excitan hasta el ardor a sus auditores, otros envenenan y fascinan el alma con convicciones malvadas".                       
                                                                                                                                             (Gorgias, Elogio de Elena)

Sandra Leyton

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