ASPECTOS FILOSÓFICOS
En los albores de la historia intelectual de Grecia, se entrevé toda una serie de personalidades extrañas, figuras legendarias que pertenecen a la clase de los videntes extáticos y de los magos purificadores, que encarnan el modelo más antiguo de "sabio". Sin embargo, el primer "filósofo" no es un chaman. Es un divulgador que extiende a un grupo abierto un conocimiento anteriormente reservado a un solo individuo o a un exclusivo grupo de "elegidos". Por medio de la palabra o el escrito, el filósofo se dirige a toda la ciudad; trasladando el "misterio", al ágora, a la plaza, lo erige en un objeto de debate público, que será rico y fructífero y que iniciará una nueva forma de entender el mundo y al hombre en su relación con él.
El mito y la razón
Las dos palabras que dan título a este apartado parecen partir en dos etapas completamente distintas la historia de la humanidad. El mito, en un principio, nos retrotrae a tiempos irracionales en los que elementos naturales, como el Sol, la lluvia, o la feretilidad de la tierra o de los seres humanos, así como incógnitas que hoy son exlicadas por la ciencia y que forman parte de los conocimientos mínimos que, se supone, toda persona debe tener, eran entonces profundos misterios que tan sólo unos pocos iniciados podían llegar a comprender o controlar, y en los cuales las divinidades, espíritus o energías de extrañas propiedades jugaban un papel esencial. Los mitos, en este contexto, son aquellas narraciones con las que se trataba de explicar el funcionamiento del mundo o de la sociedad. La razón (de nuevo es conveniente introducir el matiz "en un principio") nos llevaría a una etapa más evolucioinada de la historia humana. Razón, o más concretamente, el calificativo de racional, se asocia a civilización, argumentación, cultura y otros a elementos similares. Mito y razón parecen marcar dos etapas, dos formas de entender el mundo y consecuentemente, dos formas de actuar. El paso de una a otra se dio en la antigua Grecia, de la mano de la aparición de la filosofía y de todos los logros culturales e intelectuales de aquella época.
En toda esta presentación que hemos hecho se están dando por supuesto no pocas afirmaciones que están muy lejos de haber sido empíricamente comprobadas o siquiera argumentadas, empezando por la definición de mito y razón, su total contraste o el salto y ruptura brúsqueda entre la etapa mística y la racional. (1)
Pasemos en primer lugar a considerar con más detalle las caracterísiticas del mito y de la razón, respectivamente, para analizar después qué quiere decir la expresión "el paso del mito al logos" y cómo se efectua este tránsito:
Como características generales del mito podemos señalar:
- Apela a la fe, a la aceptación irracional de ciertas verdades; tiende a la exaltación de la imaginación (sin que sea contrastada con la experiencia), a poner de relieve el valor de ciertos ritos y determinadas normas de conducta y a predicar obediencia ciega a la autoridad.
- Su lenguaje propende a ser un instrumento de dominación que se dirige exclusivamente al conjunto de las personas que participan en determinadas creencias y excluye al resto.
- Se encuentra siempre completo, invariable, definitivamente constituido en sus misterios y en sus ritos.
No obstante es conveniente precisar que se encuentran en el pensamiento mítico formas y niveles diversos y que la palabra "mito" (Mythos) no tenía para los que la empleaban en los tiempos arcaicos el sentido despectivo que tiene hoy, sino que quería decir "palabra", "narración".
La razón , por su parte:
- insite en el valor cognoscitivo del entendimiento y de la razón humana, intenta demostrar las verdades que afirma y procura defender la investigación, la reflexión y el diálogo con el fin de descubrir la naturaleza de las cosas.
- su lenguaje constituye un medio de comunicación, destinado a todos los seres humanos.
- en cuanto supone un esfuerzo racional hacia la investigación de la verdad, no puede encontrarse nunca acabado.
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